lunes, 26 de diciembre de 2011

LA MÁQUINA DE SACAR PUNTOS I I

En una entrada anterior hablé de cómo se usa y para qué sirve la máquina de sacar puntos.
Hoy voy a remontarme a sus orígenes históricos.


Es te sistema comenzó en la antigua Grecia, en el s. V a.C, y ha ido evolucionado hasta hoy. En Roma y Grecia utilizaban un sistema de plomadas para ir sacando los puntos.
Se fijaba una plomada al punto mas saliente mientras que con otra se iba aproximando a los diferentes perfiles de la escultura, midiendo las distancias que había entre las cuerdas de las plomadas se iban determinando los diferentes puntos. Luego esas distancias eran pasadas al bloque mediante orificios.
















Durante el Renacimiento, León Battista Alberti, inventa la  "caja de varillas" con la intención de mejorar ´sete sistema de medición.
Leonardo DaVinci lo describe así  en el Manuscrito A del Instituto de Francia (Paris): "Si queréis hacer una figura de mármol, haced primero una de barro. Cuando la hayáis terminado, dejadla secar y colocadla en una caja que sea lo suficientemente grande como para que, una vez secada la figura de barro, quepa en ella el bloque de mármol en pretendéis tallar la figura correspondiente a aquella. Una vez colocada ésta en el interior de la caja, introducid en ella, por unos agujeros hechos en las paredes, unas pequeñas varillas de color blanco, y empujadlas hasta que toquen la figura, cada una de ellas en un punto diferente. Pintad luego de negro la parte de la varilla que quede fuera de la caja y marcad cada varilla y su agujero con una misma señal, de forma que mas tarde cada una vaya al sitio que le corresponde. Sacad después de la caja la figura de barro y poned en ella el trozo de mármol, quitando de el la materia necesaria para que todas las varillas entren en los agujeros hasta donde marcan las señales".








Gateaux idea en el siglo XIX (1822) una nueva máquina de meter en puntos para lograr un copiado mas sencillo y mas fiel que los sistemas anteriores, consiste en un artilugio en forma de "T" invertida que en los extremos va provista de unas agujas graduables y deslizantes que se ajustan a la base de la escultura y al punto mas lato de la misma. La máquina posee otro brazo que se desliza por el brazo vertical con una aguja también graduable y ajustable, para tomar todos los demás puntos. Se pueden usar varias máquinas en una misma escultura y en el modelo. Integra en un mismo aparato las ventajas de los tres compases pero simplifica su uso.





El invento definitivo y que es el que permite actualmente la reproducción industrial de copias de esculturas fue el pantógrafo. Dillinger lo inventó en el siglo XVI, aunque fue Langlois quien en el siglo siguiente le dio su forma definitiva en su versión para dibujo.
Achille Collas unos años después lo adaptó a la escultura y hoy en máquinas industriales a partir de un modelo se pueden reproducir con total fidelidad y en el número que se quiera.








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